La manufactura en Estados Unidos experimentó una contracción por tercer mes consecutivo en mayo, mientras que los proveedores comenzaron a tardar más en entregar insumos, una situación que podría indicar futuros desabastecimientos de ciertos productos. Según el Instituto de Gestión de Suministros (ISM), el índice PMI manufacturero descendió a un mínimo de seis meses, ubicándose en 48.5, tras haber sido 48.7 en abril. Un PMI inferior a 50 indica contracción en el sector, que representa el 10.2% de la economía.

Desafíos en el sector manufacturero

A pesar de esta caída, el PMI se mantiene por encima del umbral de 42.3, que históricamente indica expansión económica. Economistas consultados por Reuters habían anticipado un aumento del PMI hasta 49.3. El sondeo sugiere que el sector manufacturero, que depende en gran medida de materias primas importadas, no se benefició de la disminución de las tensiones comerciales entre la administración del presidente Trump y China.

Impacto de las tarifas en la planificación empresarial

Los economistas afirman que la inconstancia en la implementación de los aranceles complica la planificación de negocios. La semana pasada, un tribunal de comercio en EE. UU. bloqueó la entrada en vigor de la mayoría de los aranceles de Trump, argumentando que el presidente sobrepasó su autoridad. Sin embargo, un tribunal de apelaciones federal reinstauró temporalmente esas tarifas.

Retardo en las entregas y otras métricas

El índice de entregas de proveedores del ISM aumentó a 56.1 desde 55.2 en abril. Un índice superior a 50 indica entregas más lentas, que en condiciones normales se relacionan con una economía robusta. Sin embargo, en este caso, la lentitud en las entregas probablemente refleja cuellos de botella en las cadenas de suministro debido a los aranceles. En abril, el ISM ya había señalado demoras en la descarga de mercancías en puertos, donde operadores reportan una caída en los volúmenes de carga.

Perspectivas y empleo en la manufactura

El índice de nuevas órdenes, que anticipa la actividad futura, subió ligeramente a 47.6 desde 47.2 en abril. La medición de precios pagados por los fabricantes por insumos se redujo a 69.4 desde 69.8, lo que revela la presión en las cadenas de suministro. A su vez, las fábricas continúan reduciendo plantilla; el indicador de empleo manufacturero ascendió levemente a 46.8 desde 46.5 en abril, destacando que las empresas están optando por despidos en lugar de ausencias naturales para disminuir su personal.

Conclusión

La manufactura en EE. UU. enfrenta un panorama complejo con desafíos claros derivados de la política arancelaria y la dependencia de insumos importados. Estos factores no solo afectan la producción, sino que también plantean interrogantes sobre la estabilidad futura del sector. A medida que las empresas navegan por este entorno incierto, será crucial observar cómo se desarrollan las dinámicas del mercado y las decisiones de política comercial.