La consultora McKinsey ha decidido que su negocio en China continental evite proyectos relacionados con la inteligencia artificial generativa, según informó el Financial Times, citando a fuentes informadas sobre la situación. Esta decisión se produce en un contexto de creciente vigilancia por parte del gobierno estadounidense hacia las empresas de su país que operan en sectores sensibles como la IA y la computación cuántica en China.

Restricciones en los proyectos de IA

La prohibición se extiende a los proyectos en las oficinas de sus clientes multinacionales. Sin embargo, McKinsey continuará colaborando con empresas que utilizan formas más consolidadas de inteligencia artificial en sus productos.

Contexto de tensión entre EE. UU. y China

Este movimiento coincide con un aumento de las tensiones entre Washington y Pekín, donde China ha implementado restricciones de salida para algunos ciudadanos estadounidenses. Además, el año pasado, legisladores estadounidenses pidieron una investigación sobre la falta de transparencia de McKinsey en relación con su trabajo para el gobierno chino.

Presencia de McKinsey en China

La firma cuenta con más de mil empleados en China, distribuidos en seis regiones, lo que demuestra su compromiso con el mercado local a pesar de las crecientes restricciones. La situación actual podría influir en su estrategia futura y en la relación con sus clientes.

La decisión de McKinsey refleja las complejidades del entorno empresarial en China y el impacto de las políticas internacionales sobre las operaciones de las empresas estadounidenses en el extranjero.