La imposición de aranceles en Estados Unidos ha generado pérdidas millonarias para Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa. Su director ejecutivo, Oliver Blume, expuso este lunes que las sanciones han costado a la empresa varios miles de millones de euros en lo que va del año, especialmente afectando a su marca insignia, Porsche, que se encuentra atrapada entre los aranceles y un mercado chino en declive.
Impacto de los aranceles en las marcas de lujo
Durante el Salón del Automóvil de Múnich, Blume destacó que tanto Volkswagen como sus competidores esperan la reducción de los aranceles a las importaciones de automóviles en EE. UU., de un 27.5% a un 15%. Esta situación ha golpeado severamente a las marcas Porsche y Audi, que no tienen producción en territorio estadounidense.
Futuro incierto y negociaciones con el gobierno
El director de Volkswagen enfatizó que el desenlace de la situación arancelaria será crucial para el futuro de la compañía. Además, mencionó que están en conversaciones con el gobierno de EE. UU. sobre posibles beneficios fiscales para inversiones planeadas, que podrían incluir una planta de producción para Audi. Esta decisión se espera que se tome a finales de este año.
Porsche en una posición delicada
Blume, quien también es CEO de Porsche, indicó que la marca de automóviles deportivos de lujo enfrenta una situación crítica, ya que sus principales mercados, China y Estados Unidos, están sufriendo tanto por debilidades económicas como por los aranceles impuestos.
Reflexiones finales
La presión sobre Volkswagen y Porsche resalta la interconexión entre las decisiones políticas y la economía global del automóvil. La industria automotriz se encuentra en un punto de inflexión, donde la adaptación a estas condiciones será clave para su sostenibilidad y crecimiento a futuro.



