Un grupo de accionistas de Walt Disney ha solicitado a la compañía que entregue documentos relacionados con la decisión de suspender el programa de Jimmy Kimmel, según un informe de Semafor. Kimmel volvió a la pantalla el martes, seis días después de que sus comentarios sobre el activista de derecha Charlie Kirk generaran una fuerte reacción en redes sociales y presiones por parte de la administración de Trump.
Demandas de los accionistas
En una carta dirigida a Disney, los abogados que representan a la Federación Americana de Maestros, la AFL-CIO y Reporteros Sin Fronteras, todos accionistas de la empresa, solicitaron registros de la junta relacionados con la suspensión de Kimmel. Este grupo criticó la decisión de apartar al comediante y argumenta que los inversores tienen derecho a investigar si los directivos de Disney “no cumplieron adecuadamente con sus deberes fiduciarios” al ser presionados por la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU.
Documentos solicitados
- Estimaciones del impacto financiero de la suspensión de Kimmel.
- Copias de acuerdos con las cadenas afiliadas Nexstar y Sinclair.
Se sugiere que las amenazas iniciales de estas cadenas para retirar el programa fueron lo que provocó la suspensión.
Posibles acciones legales
Los abogados del grupo han indicado que podrían iniciar acciones legales para obtener los registros si Disney no proporciona la información solicitada en un plazo de cinco días hábiles. Hasta el momento, Disney, la Federación Americana de Maestros, la AFL-CIO y Reporteros Sin Fronteras no han respondido a las solicitudes de comentarios.
Reacciones y repercusiones
El monólogo que Kimmel presentó a su regreso a la televisión nocturna ha acumulado casi 19 millones de visualizaciones en YouTube y Instagram. Sin embargo, varias afiliadas de ABC en importantes mercados decidieron no transmitir el programa, justo horas después de que Disney levantara la suspensión.
Nexstar y Sinclair decidieron mantener « Jimmy Kimmel Live » fuera de sus 70 estaciones ABC operadas y de propiedad.
La situación plantea interrogantes sobre la relación entre la presión política y las decisiones empresariales dentro de Disney, así como el papel de los accionistas en la rendición de cuentas de la compañía.
