El CEO de Deutsche Bank, Christian Sewing, ha calificado el año 2025 como un « año de juicio » en sus declaraciones preparadas para compartir con los accionistas, quienes exigen claridad sobre el futuro del banco, el más grande de Alemania. En la reunión anual, la dirección del banco y sus accionistas se enfrentan en un momento crucial, ya que se encuentran en la recta final de un plan de tres años que incluye objetivos que algunos expertos consideran demasiado ambiciosos.

Expectativas para 2025

Sewing tiene la intención de comunicar a los accionistas la importancia de 2025 para la entidad bancaria: « Sabemos cuán relevante es este año para nosotros como banco. Es el año de juicio », enfatizó en un adelanto de sus comentarios.

Metas de rentabilidad

Entre las metas establecidas, Deutsche Bank aspira a alcanzar una relación de costos a ingresos inferior al 65% y un rendimiento sobre el capital tangible superior al 10%, indicadores clave de rentabilidad. Sin embargo, analistas han manifestado que es probable que el banco no cumpla con estas proyecciones, según un pronóstico consensuado divulgado recientemente.

Progreso y estrategias

A pesar de las preocupaciones, Sewing afirmará que el banco « está claramente en camino ». Andreas Thomae de Deka Investment, quien también tomará la palabra en la reunión, exigirá a Deutsche Bank una mayor proporción de ganancias provenientes de áreas de negocio más estables, como la banca minorista, en lugar de depender del volátil sector de banca de inversión. Desde una reestructuración en 2019, el banco ha intentado reducir su dependencia de los ingresos generados por la banca de inversión, aunque los resultados han sido mixtos.

Demandas de los accionistas

« Finalmente deben cumplir con lo que nos han prometido durante años », expresó Thomae en el avance de sus declaraciones. La presión creciente de los accionistas pone de manifiesto la necesidad de que Deutsche Bank demuestre resultados tangibles en su estrategia a medida que se acerca el año decisivo.

Con el futuro del banco en la balanza, el inicio de este debate marcará un momento clave para Deutsche Bank y sus inversores. La capacidad de la institución para cumplir con sus metas financieras y la confianza de los accionistas serán determinantes en su evolución en un entorno financiero cada vez más desafiante.