Los ministros de Finanzas de la Unión Europea se reunirán el viernes con el objetivo de alcanzar un consenso sobre la creación de una moneda digital euro, que podría servir como alternativa a los sistemas dominantes de Visa y Mastercard, basados en Estados Unidos. Las discusiones sobre la implementación de un euro digital, que tendría uso en 20 países europeos, llevan en curso seis años, pero este año el debate se ha intensificado, ya que la UE busca reducir su dependencia de terceros en áreas clave como la energía, las finanzas y la defensa.
Avanzando hacia un sistema de pagos independiente
El Ministro de Finanzas español, Carlos Cuerpo, destacó la necesidad de avanzar en un sistema de pago digital propio para disminuir la dependencia de proveedores externos. « Es un área clave donde debemos progresar rápidamente, y esta urgencia está presente en el entorno político », señaló al llegar a las conversaciones en Copenhague.
Legislación pendiente para el euro digital
A pesar del apoyo político al euro digital, el Parlamento Europeo no ha aprobado aún la legislación necesaria, argumentando que ciertos detalles requieren mayor atención. No obstante, el Banco Central Europeo (BCE) espera que las leyes pertinentes estén listas en la primera mitad del próximo año para poder avanzar con el proyecto.
La necesidad de un sistema de pagos europeo
El Comisionado Económico de la UE, Valdis Dombrovskis, subrayó la importancia de contar con un sistema de pagos independiente para las compras en línea, dado el creciente desplazamiento de los negocios hacia el ámbito digital. « Es esencial fortalecer la autonomía estratégica de Europa, de modo que no dependamos de esquemas de pago extranjeros », afirmó.
Planes del BCE para la moneda digital
El BCE ha presentado planes para una moneda digital, la cual funcionaría como una billetera electrónica respaldada por el banco central. Esta moneda tiene como objetivo ofrecer un medio de pago que no dependa de proveedores estadounidenses como Visa, Mastercard o PayPal.
Desafíos y preocupaciones
Algunos países de la UE ya cuentan con sistemas de pago digitales nacionales, pero ninguno es aceptado de manera generalizada en los 27 estados miembros. Aunque la Comisión Europea propuso en junio de 2023 una legislación para el euro digital, el progreso ha sido limitado. Legisladores y banqueros expresan preocupaciones sobre el impacto que podría tener el euro digital en el sector bancario y los riesgos de inestabilidad.
Perspectivas a futuro
Una vez que el Parlamento finalice la legislación, el BCE necesitará entre dos años y medio y tres años para lanzar efectivamente el euro digital. « El BCE puede proporcionar la arquitectura básica sobre la cual el sector privado puede desarrollar las soluciones necesarias », concluyó Dombrovskis, reafirmando la relevancia del proyecto tanto desde una perspectiva tecnológica como de autonomía estratégica de la UE.
Este avance hacia el euro digital representa no solo una transformación en los pagos, sino también una oportunidad para que Europa afiance su posición en la economía global, construyendo un sistema más robusto y autónomo.



