La firma Kering, propietaria de Gucci, anunció el domingo su decisión de vender su negocio de belleza a L’Oréal por 4 mil millones de euros (4.66 mil millones de dólares). Esta transacción marca un cambio significativo en la estrategia del nuevo CEO, Luca de Meo, quien busca abordar la alta deuda del grupo de lujo y reorientarse hacia su negocio principal: la moda.
Detalles de la venta
Como parte del acuerdo, el gigante francés de la belleza, L’Oréal, adquirirá la línea de fragancias Creed, junto con los derechos para desarrollar productos de fragancia y belleza asociados a las marcas de Kering, como Gucci, Bottega Veneta y Balenciaga, bajo una licencia exclusiva de 50 años.
En la actualidad, la licencia para las fragancias de Gucci es propiedad de Coty, y el nuevo acuerdo con L’Oréal comenzará tras la expiración de la actual licencia, que se espera sea en 2028, según analistas del sector.
Desafíos financieros y cambios estratégicos
Esta venta representa un paso importante hacia la reducción de la deuda neta de Kering, que alcanzaba los 9.5 mil millones de euros a finales de junio, además de 6 mil millones en pasivos de arrendamiento a largo plazo, lo que ha generado preocupación entre los inversionistas. Es un claro giro en la dirección de De Meo, quien asumió el cargo hace menos de dos meses, deshaciendo una de las estrategias más destacadas de su predecesor, François-Henri Pinault.
Dificultades en el negocio de belleza
Kering había establecido su negocio de belleza en 2023 tras la adquisición de Creed por 3.5 mil millones de euros, en un intento de diversificar y disminuir su dependencia de la marca Gucci, que representa la mayor parte de sus ganancias. Sin embargo, la compañía ha enfrentado dificultades para hacer crecer este sector, reportando una pérdida operativa de 60 millones de euros en la primera mitad del año. Además, Gucci ha visto caer su crecimiento, especialmente en el crucial mercado chino, donde los ingresos se desplomaron un 25% en el último trimestre reportado.
Análisis del acuerdo
Analistas de Bernstein comentaron que “vender Kering Beauté por aproximadamente el mismo precio que se pagó por Creed hace dos años es una medicina amarga pero necesaria”. Por su parte, RBC señaló que regresar a un modelo de licencias en belleza podría resultar “menos intensivo en capital, menos operativo y, posiblemente, de mayor margen”, a pesar de compartir ingresos con L’Oréal.
Planes futuros y consideraciones estratégicas
De Meo, quien asumió como CEO en septiembre, había indicado que tomaría decisiones difíciles para reducir la deuda, incluyendo la racionalización y reorganización de la empresa. La firma también ha pospuesto un plan para adquirir completamente la marca italiana Valentino y busca vender participaciones en sus activos inmobiliarios para generar efectivo.
El impacto de L’Oréal
L’Oréal, el principal jugador del mundo en cosméticos y belleza, ya produce perfumes de gran éxito bajo la marca Yves Saint Laurent, tras adquirir los derechos de Kering en 2008 por 1.15 mil millones de euros. Ambas compañías también anunciaron la creación de una empresa conjunta para ofrecer experiencias y servicios a clientes de lujo.
Este acuerdo representa la mayor adquisición de L’Oréal hasta la fecha, superando la compra de la marca australiana Aesop por 2.5 mil millones de dólares en 2023, y se espera que se cierre en la primera mitad de 2026.
Reflexiones finales
Expertos como Bruno-Roland Bernard, consultor y profesor adjunto en gestión de lujo, indicaron que “L’Oréal disfruta de un fuerte impulso en la división Luxe y seguramente están anticipando la adquisición de las licencias de perfumes y belleza de las prestigiosas, pero relativamente subdesarrolladas, marcas de Kering.” El contexto actual podría permitir a L’Oréal aprovechar una posición favorable en la negociación, considerando la presión de tiempo que enfrenta Kering.
