Business

La sorprendente estrategia del Banco Nacional Suizo: ¿por qué ahora compra euros en lugar de dólares?

La sorprendente estrategia del Banco Nacional Suizo: ¿por qué ahora compra euros en lugar de dólares?

El Banco Nacional Suizo (BNS) ha vuelto a centrar su atención en la lucha contra los efectos deflacionarios de un franco suizo excesivamente fuerte. Este año, la situación se intensificó tras el impacto de los aranceles estadounidenses en abril, que provocó una caída del dólar y un aumento en la búsqueda de refugios seguros, como el oro y el franco. Con la inflación anual en Suiza cayendo a territorio negativo por primera vez en cuatro años, el BNS redujo su tasa de interés de política a cero en junio e intervino en los mercados abiertos para debilitar el franco, que había alcanzado niveles elevados.

Intervención en el mercado de divisas

Un informe trimestral del BNS reveló que adquirió 5.06 mil millones de francos suizos (6.36 mil millones de dólares) en divisas extranjeras entre abril y junio, marcando la intervención más alta en más de tres años. Curiosamente, casi toda esta intervención se concentró en la compra de euros, algo inusual dado el contexto actual y las tendencias de los últimos años.

Durante abril, el franco se apreció significativamente frente al dólar, pero su aumento contra el euro fue mucho más moderado. Este comportamiento sugiere que las acciones del BNS desde abril se han dirigido principalmente a adquirir euros, elevando la proporción de euros en sus reservas sobre la del dólar por primera vez desde 2020.

Reajuste en las reservas

Olivier Korber, estratega de Societe Generale, comentó que esta rápida reasignación indica que el BNS está priorizando la prevención de la depreciación del euro frente al franco. Según el índice ponderado por comercio del BNS, el euro tiene una participación del 42%, mientras que el dólar solo representa el 14%, lo que sugiere que hay espacio para un mayor reajuste en las reservas.

Incentivos para evitar el dólar

Las recientes negociaciones comerciales entre EE. UU. y Suiza, que resultaron en un arancel del 39% sobre los productos suizos, complican aún más la posibilidad de que el BNS compre dólares. La preocupación por reavivar acusaciones de manipulación de divisas en EE. UU. ha llevado a una declaración conjunta del BNS, el Ministerio de Finanzas suizo y el Departamento del Tesoro de EE. UU., reafirmando que no buscan influir en las tasas de cambio para fines competitivos.

Esta situación subraya la sensibilidad del tema cambiario en las discusiones comerciales. Muchos analistas creen que una de las metas de la política comercial durante la administración Trump es debilitar un dólar que consideran sobrevaluado. Por lo tanto, es probable que las futuras intervenciones del BNS se concentren en el euro, dejando que el par dólar/franco se ajuste más libremente al mercado.

El impacto global de estas decisiones

Más allá de Suiza, estas dinámicas pueden influir en cómo los gestores de reservas de los bancos centrales intervienen en los mercados de divisas y en dónde depositan esos recursos. Actualmente, los bancos centrales del mundo mantienen casi 13 billones de dólares en moneda dura, de los cuales el 56% está en dólares.

El BNS ha diversificado su acumulación de reservas en una variedad de activos, con dos tercios en bonos gubernamentales y hasta un 25% en acciones, muchas de ellas en grandes corporaciones estadounidenses. Un reajuste en la composición de divisas requerirá también una reubicación de los activos, lo que podría tener repercusiones en los mercados globales.

La dirección que tome el BNS en su política cambiaria no solo es crucial para Suiza, sino que también puede generar ondas expansivas en la economía mundial, afectando la forma en que los bancos centrales operan y se posicionan en un entorno comercial cada vez más complejo.

Miguel

About Author

Laisser un commentaire

Votre adresse e-mail ne sera pas publiée. Les champs obligatoires sont indiqués avec *