En abril, la producción industrial de China mostró un crecimiento del 6.1% en comparación con el año anterior, aunque este avance fue inferior al 7.7% registrado en marzo. A pesar de esta desaceleración, superó las expectativas de un aumento del 5.5% según una encuesta de Reuters. Este desempeño sugiere que las medidas de apoyo gubernamental han ayudado a mitigar los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos, que amenaza con frenar el crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.

Resiliencia en medio de desafíos

Tianchen Xu, economista senior de la Unidad de Inteligencia Económica, comentó que la resistencia de abril se debe en parte al gasto fiscal adelantado por parte del gobierno. Este respaldo se ha visto reflejado en un aumento de las exportaciones, que sorprendieron a los analistas, quienes indicaron que los exportadores han redirigido envíos y que otros países están aumentando sus compras de materiales a China en el contexto de un reordenamiento del comercio global, impulsado por los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump.

Implicaciones de las tarifas recíprocas

A pesar de un crecimiento notable en el valor añadido industrial, el valor de las entregas de exportación se mantuvo casi estancado, lo que evidencia los efectos negativos de las tarifas impuestas por EE.UU., explicó Xu. En este contexto, Beijing y Washington lograron un acuerdo sorpresivo para eliminar la mayoría de los aranceles impuestos desde principios de abril, lo que ha proporcionado un respiro en la guerra comercial que ha alterado las cadenas de suministro globales y alimentado temores de recesión.

Estadísticas del comercio y la economía

Fu Linghui, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, destacó que el comercio exterior de China ha logrado mantener un crecimiento constante y ha demostrado una fuerte resiliencia y competitividad internacional. Sin embargo, los economistas advierten que la tregua a corto plazo y la incertidumbre generada por la postura del presidente Trump seguirán afectando la economía china, que todavía enfrenta tarifas del 30% sobre los aranceles existentes.

Presiones en el mercado inmobiliario y ventas minoristas

• El sector inmobiliario aún presenta signos de debilidad, con precios estancados y disminución en la inversión.
• Las ventas minoristas crecieron un 5.1% en abril, por debajo del 5.9% de marzo y menos que la proyección de 5.5%.
• Se evidenció que el impacto de las tarifas de EE.UU. afecta las expectativas de consumo.

A pesar de esto, el gobierno ha impulsado el gasto de los hogares a través de un esquema de recompra para electrodomésticos, lo que llevó a un aumento del 38.8% en las ventas de estos productos. La tasa de desempleo descendió al 5.1% desde el 5.2% en marzo, aunque se observó que algunas fábricas muy dependientes del mercado estadounidense han comenzado a enviar trabajadores a casa.

Necesidad de más apoyo político

Con presiones deflacionarias persistentes y datos de préstamos bancarios peores de lo esperado, los economistas resaltan la necesidad de una mayor asistencia política para garantizar una recuperación sostenible. En un análisis, los economistas de Goldman Sachs indicaron que el crecimiento a corto plazo podría tener efectos adversos más adelante, sugiriendo que son necesarias medidas de relajación adicionales para estabilizar el crecimiento, el empleo y la confianza del mercado.

La economía china creció un 5.4% en el primer trimestre, superando las expectativas. A pesar de las advertencias sobre cómo los aranceles de EE.UU. pueden afectar este impulso, las autoridades se mantienen optimistas sobre alcanzar un objetivo de crecimiento de alrededor del 5% para el año.

Conscientes de cómo las tarifas han impactado la actividad económica, el gobierno anunció un paquete de estímulo que incluye recortes en las tasas de interés y una inyección significativa de liquidez. Estas medidas monetarias fueron implementadas antes de que se alcanzara la reciente tregua en el comercio entre China y EE.UU., marcando una notable desescalada tras meses de tensiones.

Julian Evans-Pritchard, responsable de economía china en Capital Economics, afirmó que aunque el acuerdo alcanzado proporciona cierto alivio, los vientos en contra continúan siendo significativos, lo que sugiere que la economía china podría enfrentar un desaceleramiento adicional en los próximos trimestres. Los hogares, preocupados por su situación laboral, se muestran más cautelosos al momento de gastar.