La reciente decisión del presidente Donald Trump de nombrar a un aliado cercano, Stephen Miran, en la Reserva Federal ha generado titulares, aunque su proyección de tasas de interés, muy por debajo del consenso, ha destacado aún más. Su desacuerdo singular respecto a las tasas de interés refleja que el intento de influir en la política monetaria para que se reduzcan las tasas de manera drástica no ha tenido éxito, al menos por ahora.

Un inicio polémico en la Reserva Federal

Miran asumió su cargo justo antes de que comenzara la última reunión de la Fed, participando en debates intensos sobre el estado de la economía. En su segundo día, votó a favor de reducir las tasas en medio punto porcentual, mientras que sus once colegas optaron por una disminución más modesta.

Una voz disonante

Su voto fue anticipado, pero lo que realmente captó la atención de los medios fue su proyección de que son necesarias reducciones adicionales de 1.25 puntos porcentuales para fin de año. Sin embargo, esta visión fue ignorada por la mayoría de los miembros de la Fed. Jerome Powell, presidente de la Reserva, comentó que no hubo un apoyo generalizado para la reducción propuesta por Miran.

Apoyo inesperado para la mayoría

Muchos analistas esperaban que los otros dos nominados de Trump, Christopher Waller y Michelle Bowman, respaldaran a Miran, dado que previamente habían expresado desacuerdo con la Fed. En cambio, optaron por alinearse con la mayoría, mostrando un respaldo implícito a la independencia de la Reserva Federal.

Proyecciones y expectativas

Los analistas de TD Securities indicaron que las proyecciones de Miran reflejan la presión de Trump para que las tasas de interés se reconfiguren rápidamente hacia niveles más neutrales. Sin embargo, la mayoría de los miembros no compartieron esa visión, lo que subraya la tensión entre la política y la autonomía del banco central.

La perspectiva de Powell

Al ser preguntado sobre la influencia de los asesores del presidente en la Fed, Powell afirmó que cualquier cambio significativo requeriría argumentos sólidos basados en datos económicos. Este enfoque resalta la integridad de la institución y su compromiso con decisiones independientes.

Próximos pasos para Miran

Según las reglas internas, Miran no podrá hablar públicamente hasta el viernes, lo que permitirá una digestión más reflexiva de las acciones de la Fed. Será interesante ver cómo su perspectiva sobre la economía y las tasas se manifiesta en futuras discusiones.

Argumentos en la mesa

Durante su audiencia de confirmación, Miran argumentó que no existen evidencias de que las tarifas estén aumentando la inflación y que las restricciones migratorias podrían ayudar a reducir la demanda de vivienda. Sin embargo, los pronósticos presentados no reflejan ninguna disminución en la inflación esperada.

Reacciones del mercado

Las proyecciones de Miran, que muestran un objetivo de tasas para 2025 de 2.9%, han sido notoriamente diferentes de las de sus colegas, lo que ha generado reacciones diversas entre economistas y analistas. Algunos sugieren que sus cifras serán vistas más como señales de intenciones políticas que como pronósticos reales.

Conclusión

La llegada de Miran a la Reserva Federal ha abierto un debate sobre el equilibrio entre la política y la independencia del banco central. Aunque su visión ha sido en gran medida ignorada, su presencia en la mesa de discusión promete mantener un diálogo dinámico sobre el futuro económico del país.