Nissan Motor se verá obligado a reducir la producción de su SUV más vendido, el Rogue, en Japón a partir de la próxima semana. Esta decisión se debe a la escasez de chips suministrados por la empresa neerlandesa Nexperia, en medio de las tensiones diplomáticas relacionadas con el fabricante de semiconductores.
Reducción de producción en la planta de Kyushu
Según fuentes cercanas al asunto, Nissan planea disminuir su producción de Rogue en aproximadamente 900 unidades durante la semana que comienza el 10 de noviembre en su planta ubicada en Kyushu, en el suroeste de Japón. La compañía también está evaluando su producción programada para la semana del 17 de noviembre, ya que la disponibilidad de componentes que utilizan los chips de Nexperia sigue viéndose afectada.
Datos sobre el modelo Rogue
- El Rogue, conocido como X-Trail en Japón y el Reino Unido, fue el modelo más vendido de Nissan en EE. UU. el año pasado, con casi 246,000 unidades.
- Nissan también produce modelos de Rogue en Smyrna, Tennessee.
Ajustes en la producción y seguimiento de la situación
En un comunicado enviado a Reuters, Nissan indicó que llevará a cabo “ajustes de producción a pequeña escala” durante la semana del 10 de noviembre, afectando a algunos cientos de vehículos en la planta de Kyushu y en su planta de Oppama, al sur de Tokio, donde se produce el modelo Note.
Contexto de la escasez de chips
La situación actual se mantendrá bajo observación, y la compañía se compromete a minimizar cualquier efecto sobre las entregas a los clientes. “Una vez que la oferta se estabilice, recuperaremos la normalidad rápidamente”, declaró Nissan. Más detalles se proporcionarán en el informe de resultados del segundo trimestre, programado para el jueves.
Consecuencias globales de la crisis de chips
Los fabricantes de automóviles de todo el mundo enfrentan dificultades debido a la crisis de suministro vinculada a Nexperia, lo cual ha llevado a algunas empresas a suspender temporalmente a su personal. China ha prohibido las exportaciones de productos de Nexperia tras la intervención del gobierno neerlandés, que tomó el control de la empresa en septiembre, citando preocupaciones sobre transferencias tecnológicas hacia su matriz china, Wingtech, considerada un riesgo de seguridad por Estados Unidos.
La industria automotriz se enfrenta a un panorama complejo, y la adaptación a esta nueva realidad será fundamental para mitigar los efectos adversos en la producción y satisfacción del cliente.



