Las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China podrían reanudarse pronto tras una posible llamada entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping. Funcionarios estadounidenses han indicado que este intercambio podría ocurrir en breve.
Tensiones en el comercio bilateral
Recientemente, Trump acusó a Pekín de no cumplir con un acuerdo alcanzado el mes pasado en Ginebra, que buscaba reducir temporalmente las tarifas extremadamente altas impuestas entre las dos economías más grandes del mundo. Este acuerdo tenía un plazo de 90 días.
La frustración en EE. UU. ha aumentado debido a la demora de China en aprobar licencias de exportación para tierras raras y otros materiales esenciales para la fabricación de automóviles y chips. Esta situación fue reportada por el Wall Street Journal y confirmada por funcionarios de Estados Unidos.
Expectativas de solución
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, mostró un enfoque optimista en el programa « Face the Nation », afirmando que confía en que las diferencias se resolverán tras la conversación entre los presidentes. Sin embargo, destacó que China está « reteniendo algunos productos » que se habían acordado liberar.
Cuando se le preguntó si las tierras raras eran parte de estos productos, Bessent respondió afirmativamente, sugiriendo que podría ser un error en el sistema chino o una medida intencionada. Se mostró esperanzado en que la situación se clarifique después de la llamada entre los líderes.
Posibles plazos para la conversación
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, indicó que la llamada podría tener lugar « esta semana », aunque no se ha confirmado una hora específica.
Tarifas y repercusiones económicas
Desde que Trump asumió la presidencia, ha implementado tarifas elevadas sobre la mayoría de sus socios comerciales, con un enfoque especial en las importaciones chinas. Las tarifas recíprocas habían alcanzado cifras de tres dígitos antes de la reciente desescalada, donde Washington acordó reducir temporalmente las tarifas adicionales sobre las importaciones chinas del 145% al 30%. Por su parte, China recortó sus aranceles del 125% al 10%.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, mencionó que China está « retrasando el acuerdo » y que se están tomando medidas para mostrar las consecuencias de esta situación. « Nuestro presidente sabe qué hacer. Trabajará para resolverlo », afirmó Lutnick.
Retos adicionales y defensa nacional
Por otro lado, Trump anunció que duplicará las tarifas sectoriales sobre el acero y el aluminio al 50% a partir del 4 de junio, lo que provocó reacciones negativas de la Unión Europea, que planea retaliar.
Hassett destacó que la competencia desleal de China en el acero de bajo costo perjudica a la industria estadounidense, lo que afecta también la preparación militar del país. « Es fundamental estar preparados para cualquier eventualidad, porque si contamos con cañones pero no con proyectiles, no podremos luchar », expresó Hassett.
Por lo tanto, enfatizó la necesidad de mantener una industria del acero robusta para asegurar la defensa de EE. UU.
Conclusión
La situación entre Estados Unidos y China sigue siendo delicada, con múltiples factores en juego. La comunicación entre los líderes podría ser clave para allanar el camino hacia una solución. Sin embargo, los desafíos económicos y las decisiones estratégicas en torno a las tarifas plantean un escenario complejo que requerirá atención continua.



