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¿Por qué la Reserva Federal no puede seguir ignorando el impacto de la IA en la economía?

¿Por qué la Reserva Federal no puede seguir ignorando el impacto de la IA en la economía?

Los mercados financieros muestran una creciente fascinación por la inteligencia artificial (IA), mientras que el público en general empieza a reconocer el impacto potencial de esta tecnología en el empleo y los salarios. Sin embargo, la Reserva Federal de EE. UU. parece no haber respondido de manera contundente a estas inquietudes. Esto no se debe a que los responsables de la política monetaria consideren la IA irrelevante, sino a que aún no comprenden del todo cómo sus consecuencias podrían desarrollarse y carecen de herramientas adecuadas para influir en los resultados.

La incertidumbre de la Reserva Federal

Recientemente, durante una conferencia de prensa posterior al anuncio de políticas, el presidente Jerome Powell fue cuestionado sobre el efecto de la IA en el mercado laboral. Mencionó que muchas empresas están anunciando despidos o mostrando reticencia a contratar, vinculando estas decisiones a las posibilidades que ofrece la IA. “Estamos observando esto muy de cerca”, afirmó.

Los efectos contradictorios de la IA en la economía

La IA ya está generando efectos macroeconómicos dispares. Por un lado, el optimismo en torno a las empresas innovadoras de IA impulsa la exuberancia del mercado bursátil, relajando las « condiciones financieras » que la Reserva Federal considera al establecer su tasa de interés. Por otro lado, el mercado laboral enfrenta dificultades debido a despidos y una notable reticencia a contratar, ya que las empresas esperan ver cómo la IA transformará sus necesidades laborales.

Implicaciones para la política monetaria

Actualmente, las perturbaciones causadas por la IA no tienen un impacto claro en la política monetaria. Un mercado de valores en auge y un aumento del gasto en IA sugieren un aumento en la demanda, lo que podría requerir tasas de interés más altas. En contraposición, un mercado laboral debilitado plantea un argumento para mantener o incluso bajar las tasas. Por ahora, la postura de “observar cuidadosamente” parece lógica.

El dilema de los grandes efectos

Pronto, esta posición será difícil de mantener. La IA podría tener efectos tanto cuantitativos como cualitativos. Si se convierte en una tecnología transformadora, similar a la adopción de la electricidad, podría impulsar el crecimiento de la productividad, lo que a su vez elevaría la tasa de interés real neutral (r-star) y reduciría la inflación debido a menores costos de producción. La respuesta adecuada de la Fed, dado su objetivo de inflación del 2%, sería reducir la tasa de política, aunque no en la misma proporción que la caída de la inflación.

Riesgos de dislocación laboral

Sin embargo, esta visión optimista podría tener un giro negativo. La revolución de la IA podría provocar reemplazos masivos y abruptos de ciertos tipos de trabajadores, en lugar de mejorar la productividad de manera gradual. Aunque a lo largo del tiempo se han hecho predicciones sombrías sobre la innovación tecnológica, la IA se centra en la automatización y podría implementarse de manera mucho más rápida y contundente.

Consecuencias para la desigualdad

Una posible consecuencia negativa sería el aumento del desempleo, la reducción de salarios y una creciente desigualdad. Esto podría ejercer presión sobre la Fed, pero la pregunta es: ¿qué medidas podría tomar? La herramienta principal de la Reserva Federal, la tasa de interés a corto plazo, no es suficiente para enfrentar cambios estructurales de esta magnitud.

Retos en la economía digital

Además, la IA podría otorgar un poder desproporcionado a los líderes tecnológicos y a los primeros adoptantes. Si bien podría desarrollarse un ecosistema de IA de código abierto que fomente la competencia, actualmente, las dinámicas de red y las economías de escala parecen dominar el escenario. El futuro económico dependerá de cómo se desarrolle esta situación.

Adaptación a un entorno cambiante

La gestión macroeconómica a corto plazo se enmarca en las competencias de la Reserva Federal, pero los desafíos son diversos. La IA puede exacerbar el ciclo económico, facilitando los despidos en tiempos de crisis. Si las cadenas de suministro son gestionadas por IA, podrían fallar por choques nunca antes experimentados, complicando aún más la situación laboral.

Un enfoque integral es necesario

Modificar la tasa de fondos federales no resolverá lo que está por venir. Abordar estas cuestiones requiere políticas más inteligentes y abarcadoras, incluyendo:

  • Un sistema de protección social robusto para los trabajadores desplazados.
  • Regulaciones prudentes para preservar la competencia.
  • Reformas fiscales que frenen la desigualdad.
  • Transformación del mercado laboral para mejorar la movilidad ocupacional.
  • Educación y capacitación continua para preparar a los estudiantes para el futuro laboral.

Reflexiones finales

Si la situación resulta adversa, la Reserva Federal podría recibir críticas desproporcionadas. Sin embargo, la realidad es que la IA plantea desafíos que van más allá de las capacidades de cualquier banco central. Se necesita una respuesta política decidida y bien pensada para enfrentar las complejidades que surgen con esta tecnología. ¿Estamos listos para ello?

Miguel

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