El presidente Donald Trump ha afirmado haber encontrado una solución para mantener TikTok operativo en Estados Unidos. Esta propuesta incluye un grupo de inversionistas que adquirirían la aplicación de videos cortos a sus propietarios chinos, cumpliendo con la ley estadounidense. Sin embargo, persisten dudas sobre los detalles y las implicaciones para los usuarios estadounidenses.
¿Existe realmente un acuerdo?
Cualquier venta de las operaciones de TikTok en EE. UU. requeriría que ByteDance, su propietario chino, se deshaga de la aplicación. Este proceso necesitaría la aprobación del gobierno chino, que se muestra reacio a perder un campeón nacional en medio de una guerra comercial con un Trump cada vez más proteccionista.
A pesar de que la administración Trump ha asegurado que China ha aceptado un acuerdo, no se ha recibido confirmación desde Pekín. Consultas dirigidas a TikTok y ByteDance han quedado sin respuesta. Andrew Selepak, profesor de medios en la Universidad de Florida, comentó: “Este acuerdo sigue siendo muy confuso en términos de lo que realmente está ocurriendo”.
¿Está Trump tomando control de TikTok?
En una orden ejecutiva firmada el jueves, la Casa Blanca delineó un acuerdo que involucra a inversionistas con estrechos vínculos con el presidente. Trump ha mencionado específicamente a Larry Ellison, CEO de Oracle y aliado de larga data, como un actor clave en esta transacción. Ellison, conocido por ser uno de los pocos republicanos destacados en Silicon Valley, ha vuelto a la palestra gracias a sus asociaciones con Trump, incluyendo colaboraciones en inteligencia artificial con OpenAI.
El magnate de los medios Rupert Murdoch y su hijo Lachlan, quienes controlan Fox News, también forman parte del grupo de inversionistas. Aún no está claro si esto indicará un cambio conservador en TikTok, una plataforma que Trump considera crucial para conectar con los votantes jóvenes. Sin embargo, el presidente ha desmentido esta posibilidad.
La eventualidad de un giro hacia la derecha o un aumento de la intervención gubernamental en los medios ha generado preocupaciones sobre el control conservador de plataformas claves, lo que podría limitar la diversidad de opiniones en un EE. UU. profundamente dividido.
El destino de TikTok se decide en medio de cambios significativos en las redes sociales. Elon Musk ha transformado X (anteriormente Twitter) en un vehículo para la política de extrema derecha, alejando a muchos medios y usuarios liberales. Por su parte, Mark Zuckerberg de Meta ha alineado su estrategia con Trump, ajustando la moderación de contenido en Facebook e Instagram para responder a las quejas republicanas sobre sesgo anti-conservador.
¿Por qué tan barato?
Durante la ceremonia en la Casa Blanca, el vicepresidente JD Vance estimó el acuerdo en 14 mil millones de dólares, una cifra sorprendentemente baja considerando la valoración de Twitter en 44 mil millones de dólares al momento de su venta. Según reportes de Bloomberg, fuentes anónimas indican que ByteDance retendría un valor significativo a través de un costoso contrato de licencia, potencialmente recibiendo alrededor de la mitad de las ganancias de la nueva compañía, aunque solo posea un 20% de participación.
Este tipo de condiciones podría generar alarmas en Washington, donde algunos legisladores examinarán si la venta cumple con los requisitos de la ley de desinversión que debía entrar en vigor en enero, pero que ha sido retrasada repetidamente desde que Trump asumió el cargo.
Adicionalmente, la orden ejecutiva del jueves extendió la fecha límite para prohibir TikTok hasta mediados de enero, lo que genera confusión sobre un acuerdo que la administración Trump afirma que ya está completo. John Moolenaar, presidente republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, reiteró el viernes que realizará una supervisión exhaustiva de este acuerdo, enfatizando que « ByteDance ha demostrado una y otra vez que es un actor problemático ».
El plan de Trump « ofrece garantías vagas sobre la protección de la seguridad nacional de EE. UU., pero carece de detalles específicos », afirmó Carl Tobias, de la Universidad de Richmond. A lo anterior se suma el escepticismo sobre el papel de Oracle, que ya gestiona los servidores de datos de TikTok en un intento previo de abordar preocupaciones de seguridad en EE. UU. Críticos cuestionan si este acuerdo realmente aporta cambios sustanciales.
En este contexto, el futuro de TikTok sigue siendo incierto, con muchas preguntas sin respuesta que podrían definir su lugar en el panorama mediático estadounidense.
