La economía rusa se encuentra al borde de una recesión, según lo señalado por el Ministro de Economía, Maxim Reshetnikov, durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Este mes, el país realizó su primera reducción de tasas de interés desde 2022, bajando el costo del crédito del 21% al 20%. Sin embargo, las empresas han expresado su preocupación por las altas tasas que han obstaculizado la inversión, lo que ha llevado a un enfriamiento en el crecimiento económico.
Indicadores del enfriamiento económico
Reshetnikov comentó que, aunque los datos indican un enfriamiento, estos son retrospectivos. « Basándonos en las percepciones actuales de las empresas y los indicadores de negocios, parece que estamos ya al borde de una recesión », afirmó.
Perspectivas del crecimiento del PIB
En la misma sesión, la Gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, describió la desaceleración actual del crecimiento del PIB como un proceso natural para salir de un estado de sobrecalentamiento económico.
Riesgos de sobreenfriamiento
Alexander Vedyakhin, Primer Vicepresidente de Sberbank, el mayor banco de Rusia, advirtió que la política monetaria restrictiva podría provocar un sobreenfriamiento. En una entrevista, sugirió que tasas de interés entre el 12% y el 14% serían adecuadas para reactivar el crédito de inversión. « Existen riesgos de que la economía se enfríe demasiado y que no podamos salir de esta caída, lo que podría limitar el crecimiento futuro », indicó Vedyakhin.
Reflexiones finales
La situación actual de la economía rusa plantea incertidumbres significativas. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para evitar una recesión prolongada y fomentar un entorno propicio para la inversión y el crecimiento.



