Stellantis, el cuarto fabricante de automóviles más grande del mundo, está analizando la posible venta de su marca de lujo Maserati. Esta evaluación se produce mientras la empresa busca reestructurar su amplia cartera de 14 marcas. Las conversaciones sobre el futuro de Maserati iniciaron incluso antes de la reciente designación de Antonio Filosa como nuevo CEO, el cual comenzará su gestión el lunes. Durante este periodo, John Elkann, presidente de Stellantis, se centró en la viabilidad de todas las marcas, que incluyen Chrysler, Peugeot, Jeep y Alfa Romeo.
Desafíos en el mercado estadounidense
Como otras empresas automovilísticas europeas, Stellantis enfrenta altos aranceles de importación impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump. Asimismo, la compañía lidia con la intensa competencia de fabricantes chinos.
Consultoría y análisis
En abril, Stellantis contrató a McKinsey para evaluar el impacto de los aranceles en Maserati y Alfa Romeo. A pesar de afirmar su compromiso con ambas marcas, McKinsey está considerando diversas opciones, incluida la posible venta de Maserati, que es la única marca de lujo de la compañía. Sin embargo, el análisis se encuentra en sus primeras etapas y no se ha tomado una decisión definitiva.
Un portavoz de Stellantis declaró: « Con respeto, Maserati no está a la venta ». Desde McKinsey, no se ha ofrecido comentario sobre el asunto.
Resultados preocupantes
Maserati ha experimentado un descenso significativo en sus ventas, que cayeron más de la mitad en 2024, alcanzando solo 11,300 unidades. Además, la unidad reportó una pérdida operativa ajustada de 260 millones de euros el año pasado. Actualmente, no hay nuevos lanzamientos de modelos programados, ya que la marca espera un nuevo plan de negocio tras la suspensión del anterior por parte de Stellantis.
Opiniones divididas en el consejo
Dentro del consejo de administración de Stellantis, existen diferencias de opinión respecto al futuro de Maserati. Algunos miembros consideran que la empresa no puede relanzar de manera sostenible la marca y sugieren que la mejor opción sería venderla. Por otro lado, hay quienes creen que Maserati aún posee valor y que deshacerse de su única marca de lujo podría ser un golpe reputacional significativo.
Interés de los fabricantes chinos
Empresas automovilísticas chinas como Chery podrían estar interesadas en adquirir marcas europeas para fortalecer su presencia en el mercado, donde aún carecen de reconocimiento. Este tipo de adquisiciones recuerda la compra de MG Motor por SAIC en 2007 o la adquisición de Volvo Cars por Geely en 2010.
Reflexiones finales
Stellantis se encuentra en un momento crítico. La convergencia entre la necesidad de optimizar su cartera de marcas y la realidad del mercado automotriz plantea desafíos. La decisión sobre el futuro de Maserati reflejará no solo la estrategia de la empresa, sino también su capacidad para navegar en un entorno cada vez más competitivo.



