La reciente tregua arancelaria entre Estados Unidos y China ha dado lugar a una serie de movimientos en el ámbito comercial global. A pesar de que se han alcanzado algunos acuerdos iniciales, como la pausa de 90 días en los aranceles elevados entre ambas naciones y un pacto comercial limitado con el Reino Unido, los expertos advierten que el presidente estadounidense aún está lejos de lograr un equilibrio en las dinámicas comerciales internacionales.
Impacto inicial de la tregua arancelaria
El acuerdo alcanzado durante el fin de semana ha generado un aumento notable en los índices bursátiles a nivel global. Aunque esta medida podría mitigar las consecuencias de las subidas de precios y la escasez de minerales clave hasta agosto, no aborda las quejas históricas de Estados Unidos sobre el modelo económico chino, que está dominado por el estado y basado en las exportaciones.
Desafíos en las negociaciones
La tregua establece un plazo ajustado para las complejas negociaciones con Pekín, que coincidirán con conversaciones con otros países que enfrentan un plazo anterior, el 8 de julio, para evitar aranceles más altos. Esto podría sobrecargar los recursos limitados de negociación de la administración Trump.
Acuerdos comerciales anticipados
Se esperan más acuerdos comerciales en las próximas semanas, con Suiza, India y Japón como posibles líderes en estas negociaciones. Sin embargo, al igual que el acuerdo con el Reino Unido, estos son considerados acuerdos de principio que requerirán más trabajo para su finalización. Cambiar las cadenas de suministro y los flujos comerciales puede llevar años.
Opiniones de expertos
Greta Peisch, exfuncionaria de comercio bajo la administración Biden, destaca que es prematuro evaluar la efectividad de esta estrategia. « Esta es solo la primera ronda », afirma Peisch. Mientras tanto, Kelly Ann Shaw, quien ocupó un cargo importante en la primera administración Trump, señala que el presidente ha logrado llevar a China y otros países a la mesa de negociación, algo que no se había visto antes.
Expectativas en las negociaciones con la UE
Los diplomáticos de la Unión Europea, uno de los principales socios comerciales de EE. UU., aún están a la espera de que comiencen negociaciones en profundidad. La rapidez con la que se puede llegar a un acuerdo sustancial con China sigue siendo incierta. Tras dos días de reuniones en Suiza, representantes de ambas naciones emitieron una inusual declaración conjunta, pero no establecieron fechas para futuros encuentros.
Preocupaciones persistentes
Las críticas hacia China por su producción desmedida de acero, paneles solares y otros productos, así como su dumping en mercados occidentales, persisten. A pesar de las quejas, las políticas chinas no han cambiado. Peisch menciona que « enfrentamos toda la teoría de la política económica de China ». Robert Kuttner, cofundador de la revista liberal The American Prospect, asegura que es poco probable que Pekín abandone su sistema mercantilista en un periodo corto.
El futuro de las negociaciones
La falta de cumplimiento de China con sus compromisos de aumentar las compras de bienes manufacturados y agrícolas de EE. UU. en el acuerdo « Fase 1 » sigue siendo un punto de tensión. Ryan Majerus, abogado comercial que ha trabajado con ambas administraciones, subraya que aunque el desarrollo reciente es positivo, los detalles de las negociaciones serán cruciales.
Necesidad de claridad y planificación
Según Miriam Sapiro, exjefa interina de la Oficina del Representante Comercial de EE. UU., se requieren soluciones a largo plazo para resolver las diferencias comerciales entre ambas naciones. La reducción de barreras no arancelarias en un plazo de 90 días se considera « casi imposible ». Las empresas estadounidenses necesitan estabilidad para planificar adecuadamente, en lugar de reaccionar ante cambios rápidos en las cadenas de suministro. Esto también ha generado preocupación entre las familias estadounidenses sobre cómo los aranceles impactarán en su economía cotidiana.
Conclusión
Aunque la tregua arancelaria representa un avance hacia la reducción de tensiones comerciales, los desafíos para lograr acuerdos duraderos y efectivos son significativos. La comunidad empresarial y los gobiernos involucrados están a la expectativa, conscientes de que la verdadera prueba de esta estrategia se desarrollará en los meses venideros.



