Las negociaciones entre el presidente Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, revelan diferencias importantes sobre su nuevo acuerdo comercial, lo que subraya los desafíos que enfrentan para concretarlo.

Acuerdo de aranceles entre EE.UU. y la UE

La Unión Europea ha aceptado un arancel del 15% en casi todas sus exportaciones a Estados Unidos. Trump, por su parte, sostuvo que el bloque también habría acordado abrir sus mercados para el comercio sin aranceles.

Controversias sobre productos farmacéuticos

Durante su encuentro el domingo, Trump mencionó que el acuerdo podría dejar fuera a los productos farmacéuticos, sugiriendo que estos estarían sujetos a aranceles más altos. Von der Leyen, sin embargo, afirmó en una conferencia de prensa que el acuerdo incluye un arancel del 15% para las exportaciones farmacéuticas de la UE, aunque advirtió que cualquier decisión futura del presidente de EE.UU. se abordaría por separado.

Investigaciones y seguridad nacional

Las autoridades estadounidenses han iniciado investigaciones sobre si la importación de ciertos productos, como aeropuertos y semiconductores, representa una amenaza para la seguridad nacional, lo que podría resultar en aranceles adicionales para algunos sectores.

Divergencias en sectores clave

El acuerdo actual no abarca las exportaciones de acero y aluminio de la UE, que seguirán enfrentando aranceles del 50%. Von der Leyen destacó que se busca establecer un sistema de cuotas en lugar de mantener los aranceles existentes. En contraste, Trump indicó que los aranceles al acero y el aluminio se mantienen sin cambios.

Perspectivas y desafíos futuros

A pesar de que Von der Leyen argumenta que se ha logrado cierta estabilidad para las empresas en ambos lados del Atlántico, persisten numerosas diferencias. Carsten Nickel, director adjunto de investigación en Teneo, señala que “la atención se centrará ahora en la interpretación y los riesgos de implementación, presentando una mezcla de cuestiones políticas y técnicas”. Las incertidumbres en torno al acuerdo son significativas y podrían dificultar su efectiva implementación.

El camino hacia un acuerdo comercial sólido entre la UE y EE.UU. parece lleno de obstáculos, planteando preguntas cruciales sobre la viabilidad de este pacto en un futuro cercano.