Salud

¿Es posible dormir menos de 5 horas y no sentirse cansado? Descubre la sorprendente verdad detrás de los genes.

¿Es posible dormir menos de 5 horas y no sentirse cansado? Descubre la sorprendente verdad detrás de los genes.

Alrededor de nosotros, hay personas que parecen funcionar con poco sueño. Amigos y colegas que se levantan al amanecer y mantienen un nivel de energía admirable a lo largo del día, mientras que muchos de nosotros necesitamos al menos 8 horas de sueño para no depender del café durante la mañana. ¿Cómo es posible que algunos puedan dormir solo 5 horas y sentirse tan bien?

Un hallazgo genético sorprendente

Investigadores en China han descubierto una mutación genética poco común en individuos que pueden dormir entre 4 y 6 horas por noche sin experimentar efectos negativos en su salud. Esta investigación, publicada en la revista PNAS, se centra en una variante del gen SIK3, llamada SIK3-N783Y, que fue identificada en una mujer de 70 años que gozaba de buena salud y solo dormía 6,3 horas cada noche. Este descubrimiento ha sido replicado en ratones con modificaciones genéticas, confirmando que algunos pueden funcionar adecuadamente con menos horas de sueño sin afectar su capacidad cognitiva.

Cómo afecta la mutación a los patrones de sueño

La clave de esta resiliencia al sueño se encuentra en una enzima conocida como la quinasa SIK3. La mutación N783Y altera su actividad, lo que permite a estas personas obtener un sueño más reparador en menos tiempo. Los ratones portadores de esta mutación dormían entre 2 y 3 horas menos que sus contrapartes normales, manteniendo un rendimiento mental y físico similar.

Un fenómeno poco común

Es esencial entender que esta mutación afecta solo a una pequeña parte de la población. Por tanto, intentar imitar a estos afortunados no es realista. Para la mayoría de nosotros, se requiere dormir entre 7 y 9 horas cada noche para funcionar correctamente. Estos hallazgos son apasionantes porque abren nuevas posibilidades para comprender mejor los trastornos del sueño y podrían contribuir al desarrollo de tratamientos que optimicen la calidad del descanso.

  • Una mutación genética permite dormir menos de 6 horas sin efectos negativos.
  • La quinasa SIK3 es clave en la regulación del sueño.
  • Los ratones modificados con esta mutación presentan patrones de sueño distintos.
  • El fenómeno afecta a solo un pequeño porcentaje de la población.

Este descubrimiento nos invita a reflexionar sobre la diversidad de necesidades de sueño en los seres humanos. ¿Podría la genética desempeñar un papel más amplio en la manera en que cada uno de nosotros experimenta el descanso? Con cada nuevo estudio, nos acercamos más a desentrañar los misterios del sueño, abriendo un abanico de preguntas sobre cómo mejorar nuestra calidad de vida a través de un descanso adecuado.

Ruth Carter

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