¿Sabías que los horarios de dormir y despertar cambian a medida que envejecemos? Este fenómeno es parte del proceso natural de envejecimiento, y varios expertos han señalado las razones por las que las personas mayores tienden a levantarse más temprano. A continuación, exploramos estas causas.
La disminución de la sensibilidad del cerebro a los ritmos temporales
A medida que el cuerpo envejece, el cerebro también pierde parte de su capacidad de respuesta. El Dr. Sairam Parthasarathy, director del Centro de Ciencias del Sueño y Ritmos Circadianos de la Universidad de Ciencias de la Salud de Arizona, explica que el cerebro se adapta menos eficientemente a las señales que regulan nuestro reloj biológico, como la luz natural, las comidas y la actividad física. Esto provoca un desajuste en el ritmo circadiano, especialmente en la vejez.
“Los nervios que informan al cerebro sobre el tiempo han experimentado un deterioro similar al del propio cerebro”, comenta el Dr. Parthasarathy. “Por esta razón, es común que los adultos mayores se sientan cansados antes que las generaciones más jóvenes”. La consecuencia es que muchas veces se despiertan sintiéndose plenamente descansados y más temprano que los demás.
Problemas visuales y su efecto en la percepción de la luz
La captación de luz natural es crucial para regular nuestro reloj biológico. Sin embargo, muchas personas mayores enfrentan dificultades visuales que limitan esta absorción de luz, lo que puede afectar su ritmo circadiano y generar trastornos del sueño. El Dr. Parthasarathy enfatiza que esto es especialmente notable en quienes padecen cataratas, una afección común que afecta la visión en la vejez.
“Con cataratas, la luz que entra por la tarde se reduce, haciendo que el cerebro interprete el atardecer antes de lo que realmente ocurre”, señala el especialista. En casos de cataratas leves, el tratamiento puede ser tan sencillo como usar gafas adecuadas. Sin embargo, si la condición se vuelve incapacitante, se puede considerar la cirugía.
En relación a los trastornos del sueño en la tercera edad, la profesora de psicología Cindy Lustig, de la Universidad de Michigan, indica que “la cirugía de cataratas puede mejorar notablemente la calidad y duración del sueño, al facilitar la transmisión adecuada de señales luminosas”.
La relación entre la salud visual y el sueño es cada vez más evidente, lo que subraya la importancia de cuidar la visión en la vejez. Al abordar estos problemas, es posible mejorar no solo el descanso, sino también la calidad de vida general.



